02 abril 2008

Viaje a Rabastens y visitas culturales.


Con motivo de nuestras vacaciones de Semana Santa, decidimos realizar una visita a nuestra familia en el país vecino. El viaje hasta Rabastens, en los alrededores de Toulouse, fue un continuo llover a mares (incluida nuestra pequeña escala en Santander) pero tengo que reconocer que al final mereció mucho la pena.
El primer día, a parte de la lucha de piratas entre todos y la construcción de planetas, lo dedicamos a conocer el pueblo y visitamos sus lugares más emblemáticos, topándonos en el camino con la morriña de una española que se acercó a nosotros al oirnos hablar.
Al día siguiente visitamos la Ciudad del Espacio, en Toulouse. En el Planetario pudimos contemplar la relación de las estrellas con la vida en el antiguo Egipto y el cielo nocturno en Toulouse; en la Sala Imax vimos la primera película en 3D rodada en el espacio, paseamos por el interior de la réplica de la estación MIR, vimos el Arianne5 o el Soyouz a tamaño real, además de numerosas curiosidades relacionadas con el espacio. Fue muy divertido, enriquecedor (la Estrella Polar no es siempre el Norte, y yo no lo sabía por ejemplo!qué inculto! y que engañado he estado) y entretenido y los peques lo pasaron genial en la Base espacial de los niños. No nos dió tiempo a disfrutarlo todo desgraciadamente porque el horario europeo es algo pobre, pero seguramente que no será la última vez que lo visitemos.

Para el último día planificamos una visita a Toulouse básicamente a su nuevo Museo de Historia Natural. La reconstitución de un esqueleto del mayor reptil volador conocido (quetzalcoatlus) te saluda al llegar y resulta ser una exposición sobre la historia de la vida, sus especies, sus costumbres, su fauna y su flora muy bonita. Yo, personalmente, quedé sorprendido en lo que concierne al apartado geológico, petrográfico y paleontológico, quizás marcado por mi profesión. En el apartado negativo he de decir que está poco internacionalizado, es decir, está limitado al idioma francés (como su web) y, aunque muchas cosas se puedan entender por nosotros, no deja de resultar complejo para un visitante extranjero. Unas carreras y juegos por el parque hasta que nos echaban del mismo despidieron estas mini vacaciones
Nuestra estancia allí sirvió también para conocer el corazón del proyecto actual y futuro de La Zorrera, un ordenador con Ubuntu, desde el que se tiene perfectamente estructurado el acceso a todos aquellos temas de su interés y links correpondientes, para acceder fácil y rápidamente a toda aquella novedad que se produce casi al instante.
Como los peques disfrutaron muchísimo con la experiencia sólo nos queda agradecer a los anfitriones el trato dispensado, esperando repetirla en próximas ocasiones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenas y santas,

aunque con mucho retraso os envio un comentario de agradecimiento por la visita.

Nos lo hemos pasado muy bien con vosotros. Esperamos veros pronto otra vez.

Un saludo