24 septiembre 2007

Una nueva vida en ciernes

Supongo que, cuando uno se levanta un día de diario, a la hora acostumbrada y siente que le falta algo, que no tiene la necesidad imperiosa de correr para prepararse, coger su coche y acudir a su lugar de trabajo, cuando es una rutina que llevabas haciendo durante largo tiempo, eso quiere decir que es fácil que no vayas a volver nunca allí.
Supongo que, cuando uno ha dado en su trabajo lo máximo que ha podido, puede sentirse orgulloso de sí mismo.
Supongo que, cuando uno ha defendido sus principios como persona, se puede salir por la calle con la cabeza bien alta y la conciencia muy tranquila.
Supongo que, cuando sientes tan cerca el ánimo y el calor de los que te rodean, es porque hay gente que cree en tus ideales, los respeta y los apoya.
Supongo en definitiva que hay otra vida por descubrir, que el mundo no se acaba aquí.
Supongo que habréis entendido que quería, desde aquí, daros las gracias por vuestro apoyo estos días.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas y santas,

supongo que cuando uno tiene un hermano como tu puede presumir de ello.

Eres grande, ... animo que esto te va a permitir hacer muchas cosas nuevas. Quizas alguna de ellas juntos.

Un saludo

Anónimo dijo...

Supongo que es normal llegar al trabajo el día después, y echar en falta algo.
Supongo que es normal sentir rabia ante la indiferencia que me rodea.

Pero el tiempo hará justicia.Eso te deseo; JUSTICIA.

Un amigo.

Anónimo dijo...

Supones bien,estamos orgullosos de ti,ya no queda gente con principios.Estoy segura de que te espera algo mejor.....siendo realistas no necesitas mucho para mejorar.Piensa en un momento en todo lo que es importante en la vida,tu lo tienes todo.

Anónimo dijo...

Ánimo muchacho, plantéalo como una nueva oportunidad.

Además, lo de currar está sobrevalorado. Alguien muy sabio dijo una vez:
"El trabajo embrutece, envilece y además estropea la ropa"

Suerte, amigo...

Anónimo dijo...

Este blogger va a ser un poco vago.
¡¡Cuéntanos algo!!